martes, 7 de julio de 2009

Maribel Verdú o cómo salvar 'Tetro'


Maribel Verdú está cada día mejor en pantalla, su fuerza, su naturalidad y ese aire de mujer interesante y experimentada, hacen que brille en cualquiera de las últimas películas que ha protagonizado, como Los Girasoles Ciegos o Tetro, esta última dirigida por Coppola. Cuando Coppola le ofreció un papel en Tetro, Maribel no podía imaginarse cómo podía acabar aquello, el resultado es una gran actuación por su parte. La pobre Miranda (M. Verdú) lidia con el desequilibrado Tetro (Vincent Gallo) y protege al pobre Bennie (Alden Ehrenreich), es la luz de la película y ayuda al espectador a soportar a un obsesivo-cansino Gallo y todas las subidas y bajadas de la montaña rusa en la que se va convirtiendo el argumento, perdiendo verosimilitud y sentido. Todo se compensa con el disfrute de contemplar las escenas en blanco y negro, más azulado, color, las escenas oníricas, teatrales; todo ello es una gozada para el espectador. Es una película que se disfruta durante el visionado, pero en realidad, al analizarla, aparecen numerosas grietas que muestran que la base de la historia no es tan buena como ha aparentado. El tono melodramático, los golpes de efecto de una trama un tanto compleja, personajes inexplicables y subtramas innecesarias (el festival de Patagonia), elementos sacados de la colección de clichés y estereotipos, acentos a gogo (qué más dará argentino que español, ¿no son todos hispanos?).

En realidad se pueden llegar a notar las dificultades del rodaje, pero no calan hondo gracias a la presencia de Maribel Verdú, que consigue que Tetro no se convierta en un film oscuro e insípido, es obvio que la dirección de Coppola es tan magistral como acostumbra desde antaño. Aparte, la aparición de Carmen Maura como Alone resulta un tanto surrealista y es absolutamente prescindible.