sábado, 13 de junio de 2009

Hayao Miyazaki, o el niño rey del anime japonés de autor

Hayao Miyazaki ha alcanzado un puesto de prestigio y respeto en el mundo del cine, tanto occidental como oriental, a pesar de dedicarse a películas de dibujos animados, normalmente consideradas en Occidente para públicos infantiles en su mayoría. Las películas del artista nipón sobrepasan los límites de la imaginación de cualquier persona, en cualquier momento aparece otra criatura sorprendente, se abre una puerta a un mundo fantástico. Miyazaki trabajó en varias animaciones antes de dirigir su primera película en 1979, El Castillo de Cagliostro (ルパン三世 カリオストロの城), que continuaba la historia del personaje de la serie Lupin III. En 1984 dirigió Nausicäa del Valle del Viento (風の谷のナウシカ), en la que empezaban a apreciarse características de sus posteriores filmes: importancia del medio ambiente y la responsabilidad del ser humano, feminismo y personajes de moral ambigua, es decir, ni buenos buenos ni malos malísimos. Al año siguiente fundó la famosa compañía Studio Ghibli junto a Takahata, que produciría el resto de sus películas hasta la actualidad. En 1986 llegó Castillo en el Cielo (天空の城ラピュタ), en la que destacan los elementos aéreos, una obsesión del director puesto que su padre fabricaba piezas para cazas japoneses en la Segunda Guerra Mundial.

Satsuki, con Mei a su espalda, le deja el paraguas de su padre a Totoro.

En 1988 el éxito abrumador de Mi Vecino Totoro (となりのトトロ) consolidó a Miyazaki como el rey del anime en Japón, el personaje de Totoro se convirtió en el Winnie the Pooh de los niños japoneses y la reivindicación de la vida rural japonesa tuvo su hueco en el cine comercial. Kiki: entregas a domicilio (魔女の宅急便) tuvo gran éxito igualmente en Japón, pero no tardó más de 10 años en llegar a Occidente. En 1992 dirigió Porco Rosso (紅の豚), una película un tanto alejada de sus otras obras en las que las niñas son protagonistas, situada en la Italia de los años 20, narra las peripecias de un piloto antifascista transformado en cerdo por un hechizo.


Volvió a sus ideas ecologistas en La Princesa Mononoke (もののけ姫), en la que hay una lucha entre los espíritus del bosque y los humanos que pretenden sacar beneficio económico del mismo, asimismo el ejército no queda en buen lugar. Esta película se convirtió en un éxito increíble en Japón y fue la película más taquillera del país hasta Titanic.

El asombroso mundo de espíritus que Chihiro descubre en un parque temático abandonado.

Tras este éxito, Miyazaki se retiró temporalmente para contraatacar en 2001 con su película más internacional y conocida: El Viaje de Chihiro (
千と千尋の神隠し), en la que Chihiro se ve forzada a trabajar al servicio de la bruja Yubaba en su enorme casa de baños para espíritus con el fin de liberar a sus padres de la maldición que les ha convertido en cerdos. La similitud con Alicia en el País de las Maravillas es obvia, pero el precioso fondo que combina las tradiciones y creencias japonesas la hacen más fascinante al público occidental, Miyazaki se basó en el estilo Edo para recrear un mundo fantástico dentro de una casa de baños.



El Viaje de Chihiro volvió a batir records en Japón, con un presupuesto de 20 millones de dólares, ha conseguido 260 millones a nivel mundial, además de ganar el Oscar en 2002 al Mejor Film de Animación y el Oso
de Oro de la Berlinale. Es la película más taquillera de la historia en Japón. En 2004 tomó las riendas de un proyecto abandonado por Mamoru Hosada, la adaptación del cuento infantil Howl's Moving Castle de la autora británica Diana Wynne Jones. Esta fue estrenada como El Castillo Ambulante (ハウルの動く城), situada en una especie de Inglaterra rural decimonónica, trata los temas de la guerra de forma clara y directa, y emplea elementos mágicos de lo más variopintos.


En el doblaje al inglés contó con Jean Simmons, Lauren Bacall (gran admiradora de la obra de Miyazaki), Christian Bale, Billy Crystal, Emily Mortimer y Jena Malone. Otro gran éxito de taquilla en Japón, nominada al Oscar y ganadora de la Osella de Oro en el Festival de Venecia por la tecnología de animación. Miyazaki ha mantenido casi siem
pre una elaboración manual, aunque en ocasiones ha empleado tecnología más avanzada para algunas escenas.


En su última película, Ponyo en el acantilado (
崖の上のポニョ), destaca la elaboración sin contar con imágenes generadas por ordenador. La crítica de cine Wendy Ide la describía como una historia caótica y exhuberante contada por un niño hiperactivo. Por ello puede resultar un tanto surrealista y sin sentido esta historia de una niña pez que quiere convertirse en ser humano para poder estar con Susuke, una especie de Sirenita infantil à la japonesa que compitió en el Festival de Venecia de 2008.


En USA fue doblada por voces muy populares para atraer al público en masa, la hermana de la popular Hannah Montana da la voz a Ponyo, mientras que Susuke es doblado por el hermano pequeño de los Jonas Brothers; gracias a Dios, el resto de las voces las doblan intérpretes como Tina Fey, Matt Damon, Cate Blanchett o Liam Neeson.

En la actualidad Miyazaki es el rey del anime japonés y una gran figura del cine de animación internacional, un ejemplo para Disney, Pixar, Dreamworks, de cómo hacer películas comerciales sin sacrificar por ello elementos que den profundidad a las historias.


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