martes, 30 de junio de 2009

Tell me why...sigue Renée Zellweger haciendo películas

No entiendo, ¿por qué continúa teniendo tirón esta actriz si ya ha llovido mucho desde El Diario de Bridget Jones? Vale, en Chicago se lo curró, bueno, en las canciones, porque por lo demás. Siempre pone la misma cara, bueno, ahora ya solo tiene una, porque se le ha paralizado del botox que se ha metido. Unos ojos que desaparecen bajo unos enormes mofletes, una sonrisa diabólica.


No tiene pinta de mujer interesante, ni divertida, no es sensual, entonces ¿¿por qué?? Renée es una prueba más de cómo en USA cualquier persona puede llegar a tener fama y ganar premios sin poseer un verdadero talento, como Hannah Montana o George Clooney, otro actor de una sola cara, pero al menos tiene el rollo seductor, es que a Renée solo le pega el rollo patosa, y eso no le gusta. ¿A quién se le ocurre poner a esta mujer a la altura de Catherine Zeta-Jones o Ewan McGregor? Los afea, porque una vez que la voz de pito y los mofletes de esta rubia de ascendencia Sami (Norte de Suecia-Finlandia) inundan la pantalla es imposible apartarlos de escena. Me ocurrió recientemente en Appaloosa, cuando se baja del tren ya sabes que acaba de arruinarse una buena película, de hecho lo confirmas cuando pasa todo lo del secuestro, parte en la que muestra su ineptitud como actriz. Está claro que esta mujer debe acojonar a todos los directores de cast con su mirada de Barbie diabólica para conseguir los papeles.


Y justo cuando pensabas que su tirón había acabado, ves en todas las marquesinas el cartel de su nueva película, Ejecutiva en apuros (New in town), que me ha llevado a la conclusión de que el cine de Hollywood no está en crisis creativa, sino que está viviendo una estanflación de originalidad y no va a subir en una década al menos después de semejante bodrio.


¡Se me había olvidado su enorme frente!

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